Manchas | Tipos de manchas y por qué salen

Las manchas en la piel o pigmentaciones pueden estar desde el momento del nacimiento o bien aparecer con el tiempo. Se trata de una alteración en la uniformidad del color en algunas zonas concretas. Su aparición puede deberse a distintos motivos y, en general, resultan bastante molestas estéticamente. Existen, no obstante, algunos tratamientos para eliminarlas. En este artículo conoceremos los tipos de manchas y por qué salen éstas en la piel.

Tipos de manchas

Las manchas que aparecen en la piel pueden tener distintas tonalidades. Hay manchas blancas y con un aspecto más pálido que la piel que las rodea, manchas rojizas o rosadas y manchas con una tonalidad más oscura que el resto de la piel. Este último tipo de manchas son las que resultan más molestas y las que suponen un mayor número de consultas dermatológicas. Estas tonalidades marrones aparecen por un aumento del pigmento habitual de la piel, la melanina.

Cuando se produce melanina en exceso, la piel tiende a oscurecerse. Es lo mismo que sucede cuando nos ponemos morenos bajo el sol. La piel se oscurece porque adopta esta medida de protección. El problema con las manchas de la piel es que no son uniformes. El aumento de la melanina se debe a que se incrementa el número de células que la producen o la cantidad de pigmento que tenemos en esa zona concreta.

Encontramos diferentes tipos de manchas:

• Los nevus o lunares.
• Las efélides o pecas.
• Los léntigos solares.
• El melasma.
• Las pigmentaciones postinflamatorias.

Los nevus o lunares congénitos están presentes ya al nacer. Son muy frecuentes sobre todo en pieles morenas. En muchos casos provocan un defecto estético. Pueden ser de tamaño pequeño, mediano o gigante en función de su diámetro. Estos últimos son los que aumentan el riesgo de padecer cáncer de piel.

Las efélides o pecas son características, en cambio, de las personas de piel y pelo claros, como rubias y pelirrojas. Estas pequeñas manchas aparecen durante todo el año pero se intensifican en verano por la exposición solar. Durante el invierno tienden a atenuarse.

Los léntigos son las manchas del envejecimiento. Tienen una forma redondeada o de óvalo y pueden aparecer o bien solos o bien en grupos de unos tres o cuatro. Inicialmente presentan una tonalidad pálida en color beige. Con los años tienden a oscurecerse. Se dan con mayor frecuencia en personas rubias y pelirrojas y en las zonas de mayor exposición a los rayos del sol, como la cara, los brazos o las manos. Suelen aparecer alrededor de los 50 años o antes en el caso de personas que se exponen mucho al sol.

El melasma es la aparición de manchas simétricas de color oscuro en el rostro. Se ubican sobre todo en las mejillas, el mentón, la frente y el labio superior. Los bordes del melasma son irregulares y su intensidad de color puede variar. Se da con mayor frecuencia en mujeres morenas y afecta a una cuarta parte de las embarazadas. En estos casos se les llama paño de embarazada. También pueden aparecer por el uso de anticonceptivos. De aquí se extrae la conclusión de que su aparición se debe a la estimulación hormonal y a la presencia de estrógenos.

Las pigmentaciones postinflamatorias aparecen por la exposición al sol de zonas de la piel donde existía una herida, una cicatriz o algún tipo de irritación, como el acné. Estas manchas pueden tardar meses o años en desaparecer. Son más frecuentes en las personas de piel morena o que se broncean con facilidad.

Por qué salen las manchas | Causas

Las causas exactas por las que aparecen las manchas en la piel son desconocidas. Diversos estudios han señalado que puede deberse a una predisposición de nuestra piel a mancharse. Esto se debería a las características de los melanocitos, que son las células en las que se produce el pigmento de la piel. En las áreas donde aparecen estas manchas los melanocitos tienen un estado más activo que en otras zonas de la piel. Tienen, en estos casos, una mayor tendencia a producir una cantidad de color más grande, es decir, a hiperpigmentar. Al tratarse de algo innato, la exposición a lo que se considera factores de riesgo puede activar su aparición. Los tres riesgos relacionados con la aparición del melasma son:

La genética

En el caso de la genética, los expertos han constatado una incidencia de melasma alta en diversos miembros de una misma familia. Esto se ha observado, además, en distintas partes del mundo. Existe una predisposición de nuestra piel a sufrir manchas.

Los rayos solares UV

Ya es de sobra conocido por todos que la luz solar es capaz de hiperpigmentar nuestra piel, bien en forma de un atractivo tono moreno o de antiestéticas manchas. Esto se debe a la estimulación de los melanocitos que comentábamos anteriormente. Se aumenta también la producción de melanina en ellos. Cuando las personas que padecen melasmas se exponen al sol, sus manchas tienden a oscurecerse y a hacerse aún más visibles.

Las hormonas

El factor hormonal se sabe que existe pero faltan estudios al respecto. Los melasmas son bastante frecuentes durante el embarazo, pero se desconocen por el momento cuáles son las hormonas exactas implicadas en este proceso. Se sabe que entre un 45-75% de las mujeres embarazadas suelen presentar melasmas. Aparecen con mayor frecuencia en la segunda mitad del embarazo, a partir de la decimoquinta semana. Tienden a remitir después del parto, aunque en muchas ocasiones las manchas permanecen.

Además del embarazo, el uso de anticonceptivos orales está relacionado con la aparición del melasma. Las terapias de reemplazo hormonal y alteraciones en la tiroides son otras causas, si bien ésta última en menor grado.

Por último, puede observarse que se da principalmente en las mujeres. Aunque no podemos controlar su aparición, sí podemos prevenirla. Las dos medidas de prevención más importantes son protegernos correctamente del sol y evitar tomar tratamientos anticonceptivos que, por otro lado, tienen una larga lista de efectos negativos sobre la mujer.

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Fuentes de imágenes:

• www.remington-laser.com/
• www.dermologic.mx/
• marujillas.com/