

Es probable que te preguntes si puedes seguir comiendo huevos con normalidad, sobre todo si te han encontrado el colesterol elevado en el último análisis sanguíneo de rutina que te han realizado en tu clínica privada o centro de salud. Y es que aunque destacan por ser un alimento tremendamente nutritivo y saludable, siempre ha estado en el centro de la diana, especialmente en lo que a la salud cardiovascular se refiere. Más aún, dependiendo del tipo de cocción escogida. Y a pesar de que los huevos fritos están muy ricos… ¿pueden causar un mayor aumento del colesterol?.
Durante años, en la comunidad científica existía cierta controversia respecto a si los huevos aumentan o no los niveles de colesterol en sangre. Y, fruto de esta controversia, aún hoy existen médicos que indican a sus pacientes que no consuman huevos porque aumentarán el colesterol, especialmente cuando la persona ya lo tiene elevado.
De hecho, durante bastante tiempo las diferentes autoridades sanitarias advirtieron al público contra el consumo de huevos, por temor a que éstos fueran la causa principal de los niveles altos de colesterol (en especial de lipoproteína de baja densidad o LDL), y un riesgo mayor de enfermedad cardíaca.
Por suerte, muchos estudios han constatado que consumir huevo con regularidad podría mejorar la salud, ya que contiene incluso nutrientes difíciles de encontrar en otros alimentos. Además, nos encontramos con su increíble riqueza nutritiva, motivo por el cual es ampliamente conocido como un ‘superalimento’.
Por ejemplo, un informe publicado en el ‘British Journal of Medicine’ hace algunos años revisó un total de 17 estudios distintos, en los que se investigaba acerca de los efectos que el consumo de huevos tenía sobre la salud. Las conclusiones del estudio fueron claras en este sentido: «el mayor consumo de huevos (hasta un huevo por día) no se asocia con un mayor riesgo de enfermedad coronaria o accidente cerebrovascular».
Es más, la publicación de nuevos estudios muestran que, tal vez, la precaución de las autoridades sanitarias pudo haber sido una exageración. Y es que si bien es cierto que el aumento de los niveles de colesterol en sangre pueden aumentar el riesgo de enfermedades del corazón, y los huevos son ricos en colesterol dietético, ¿comerlos puede aumentar el colesterol en la sangre? ¿Qué ocurre con el huevo frito? En esta ocasión parece que sí nos encontramos con ciertas diferencias en función del tipo de cocción escogida. Pero vayamos por partes.
¿Qué dice la investigación científica respecto al consumo de huevos y el aumento del colesterol?
La mayoría de las investigaciones epidemiológicas (que se caracteriza por ser un tipo de investigación en el que se estudian a grandes poblaciones a lo largo del tiempo y se analizan además tanto su salud como sus dietas), no ha encontrado ninguna conexión entre comer huevos y el aumento de las enfermedades cardíacas.
Por otro lado, los diferentes estudios clínicos que se han llevado a cabo a lo largo de los años de manera controlada, en el que los investigaciones alimentan a los sujetos participantes con cantidades específicas de colesterol (y miden luego su efecto en la sangre), muestran un ligero aumento en el colesterol sanguíneo cuando el consumo de colesterol aumenta en la dieta, aunque la cantidad depende de factores genéticos.
No debemos olvidarnos que el colesterol es un componente importante para nuestro organismo, formando parte de todas las células humanas e influyendo en la biología hormonal, entre otras importantísimas funciones. Dado que tu cuerpo puede producir su propio colesterol, no existen requisitos dietéticos respecto al consumo de colesterol diario recomendad.
Pero sí se sabe que la dieta de muchos países, entre la que se encuentra la estadounidense, contiene un exceso de colesterol, especialmente porque se consumen muchos productos de origen animal. Todos los productos animales contienen algo de colesterol, pero también grasa saturada, un culpable aún más importante en el riesgo de enfermedades cardíacas.
Así, como manifiestan muchos expertos, en realidad el principal determinante en el nivel de colesterol LDL en la sangre es la grasa saturada (y no el colesterol). Y mientras que los huevos tienen una concentración elevada de colesterol (encontramos 184 miligramos en la yema y 2 miligramos en la clara), son relativamente bajos en grasa saturada (encontramos 1.6 gramos en la yema de huevo).
Además, también depende de los hábitos alimenticios. En este sentido, se sabe que en muchas ocasiones tendemos a comer huevos junto con alimentos ricos en grasas saturadas, como las salchichas, el tocino, el bacon u otros embutidos; incluso con las típicas tostadas con mantequilla del desayuno. Por tanto, es este patrón de comidas -y no el huevo por sí solo- el que hace que aumenten nuestros niveles de colesterol LDL.
Los especialistas de Mayo Clinic son igualmente claros en este sentido: «el efecto del consumo de huevos en el colesterol en sangre es mínimo si se lo compara con el efecto de las grasas trans y las grasas saturadas. El riesgo de enfermedad cardíaca puede estar más relacionado con los alimentos que acompañan los huevos».
Entonces, ¿cuántos huevos se pueden comer al día? Sorprendentemente, la American Heart Association ya no incluye límites respecto a la cantidad de yemas de huevos que se pueden comer, pero recomienda limitar la ingesta de colesterol a 300 miligramos por día, o 200 miligramos si la persona tiene enfermedad cardíaca o si los niveles de colesterol LDL es mayor que 100.
Muchos nutricionistas aconsejan comer un huevo al día, lo que nos aportaría una buena cantidad de nutrientes esenciales, y sí, algo de colesterol. Pero aunque aumente el colesterol en sangre, este aumento es tan pequeño que el riesgo de enfermedad cardíaca apenas varía.
La clave está en la forma de cocción del huevo, pero el huevo frito no es tan malo como piensas
Es evidente que escoger un tipo de cocción más saludable ayudará a no aumentar la cantidad que, ya de por sí, nos aporta el huevo respecto a los niveles de colesterol y de grasas saturadas.
Un como podría ser los huevos pasados por agua, los huevos hervidos, los huevos revueltos o alguna otra opción como la tortilla francesa. De hecho, puedes leer nuestra nota sobre cómo cocinar huevos (especialmente de manera más saludable).
En el caso del huevo frito, aunque se encuentre bien cocinado, no es tan recomendable si lo consumimos diariamente, especialmente si para freírlo no escogemos un aceite más saludable. En este sentido, el aceite de oliva será siempre la mejor opción.
Pero a diferencia de lo que posiblemente piensas, aunque contiene algo más de grasa que el huevo cocido, su capacidad para absorber el aceite es limitada, independientemente de la cantidad de aceite que se haya empleado para su fritura. Por ejemplo, un huevo frito bien escurrido solo aportará entre 35 a 50 calorías.